El sábado 12 de Abril, fuí a comprar fruta a la tienda de Manolo y Ali, donde habitualmente compro, esperé mi turno y cuando me tocó, estaba sola con ellos, entró un niño corriendo y se tiró sobre el mostrador, Ali le preguntaba: “¿Qué te pasa, qué te pasa?” pero el niño no respondía.
Manolo dijo” ¡Dios! ¡Ali se está ahogando, quítale lo que tiene en la boca!”. Entonces viendo a Ali llorar paralizada, a su marido blanco como el papel dándole vueltas a la tienda, reaccioné diciendo que no tocaran al niño, lo cogí como pude y me lo pegué a mi cuerpo presioné con fuerza sobre su abdomen, no se cuantas veces porque llegué a pensar que no lo conseguiría ,le volví a golpear más fuerte hasta que en una de ellas el crio expulsó, una bola azul de caramelo del tamaño de un chupachus y empezo a babear y toser y por fin a respirar; bebió un sorbo de agua y se marchó...
¡Dios! me temblaba hasta el alma y eso que salió bien, qué mal rato...
Su madre me ha llamado para darme las gracias, está tan agradecida que ha hecho que yo me de cuenta que le he salvado la vida a su hijo, toda su familia quiere conocerme y en el barrio soy una superwoman.
Encarni, la madre del niño, me ha regalado una maceta de hortensias maravillosa y enorme para darme de nuevo las gracias, con ella una nota que me ha emocionado muchísimo.
El niño se llama Jorge y tiene 10 años. A partir de ahora sé que tengo dos nuevos amigos.
